Este pasado domingo 17 de enero la Escuela de Ciclismo de
Trujillo, los chicos de CSR a Dos Ruedas y la Concejalía de Deportes
organizaban la tercera edición de su popular carrera de Enduro, esta vez
primera prueba del Campeonato Extremeño que inauguraba la temporada de carreras
de esta especialidad. Una prueba hecha sin grandes medios ni marcas
involucradas, pero con mucha ilusión y ganas de agradar a los pilotos, buscando
la entrada de nuevos competidores con unos tramos relativamente fáciles.
Una semana anterior con fuertes lluvias y la previsión de
bajas temperaturas hacían temer por las condiciones del terreno, ya de por sí
de poco agarre cuando está el suelo húmedo, tanto en las calles de la ciudad
como en las rocas de la zona exterior.
Esta prueba que ya hicimos en 2013 está fuertemente
marcada por la orografía de la zona y esto la hace particular. Tiene el encanto
de utilizar el casco viejo de la ciudad con sus innumerables escaleras, calles
estrechas y preciosas plazas en parte de los tramos. Ciudad monumental
enclavada en una pequeña colina que hace que las partes con más pendiente se
acaben rápido y pasen a tramos mucho más llanos, en ligera bajada donde poner a
prueba el físico y la técnica de los corredores.
Como hay que pagar las “facturas”, nuestras obligaciones
laborales no nos permiten acercarnos el sábado a entrenar, unido a los últimos
dos años de xc y maratón intensivos nos dejaba bastante oxidados en la
especialidad endurera sin poder hacer al menos una bajada de prueba por cada
tramo. Así madrugamos y en apenas un par de horas Sergio del Club BikeGriñón y
yo llegamos a las puertas de Trujillo con tiempo de sobra. La temperatura es
mucho menos fría de lo previsto y no hay que abrigarse demasiado, ya se encargaría
el desarrollo de la carrera en subirnos la temperatura corporal. Nos tomamos un
café con churros junto a la zona de salida. Lo sé, me hago cargo de que no es
un desayuno muy PRO, pero entraron de lujo. Había quedado con Jesús Gil,
compañero de remontes en la carrera de 2013 y junto con los amigos de Toledo
escuchamos atentamente el briefing de Manuel Plaza. Al final habría una
inscripción de unos 80 corredores. Curiosa la diversidad de monturas, desde los
últimos modelos de enduro, Fat bike, 27´5+, bicis de rally, dobles sencillas e
incluso alguna rígida.
A las 10:00 salían los primeros corredores, así que subimos
hasta el castillo desde el que se encuentra la salida de los 5 tramos de los
que consta la prueba, lo que nos viene genial para ir calentando. En un
principio debía haber tiempo de sobra en los remontes, pero a la postre los
tiempos se iban a apretar más de lo previsto y cualquier problema haría sudar
tinta para llegar a la salida sin penalizar.
30 segundos, 5, 4, 3, 2, 1 salida! Empieza el T1 que la
organización denominaba All Mountain, un tramo menos técnico, muy rápido al
principio con algún paso a mitad de tramo algo más técnico, donde además hay
alguna zona de subidas cortas pero técnicas en roca y mucho pedaleo entre
callejas y estrechos senderos sobre la hierba. Personalmente a medio tramo se
me empañan del todo las gafas y paso un mal rato hasta que puedo encontrar un
momento para quitármelas. El final es precioso acabando entre las casas de
Huertas de la Magdalena sobre grandes rocas que nos dejan una sonrisa en la
cara… Una vez que respiramos claro, que en el pulsómetro ya asoman las 180
pulsaciones. Espero a Jesús y hacemos el remonte que combina un tramo de
carretera con un bonito sendero que nos deja a los pies de la muralla.
El T2 era el tramo más técnico según la organización y
pronto me iba a dar cuenta que era verdad. Nada más salir del castillo tenemos
unas zetas en bajada que nos llevan a dos escalones, el primero más fácil y el
segundo que hay que hacer con decisión. Decisión que yo no tuve y aunque no
llegué a caerme, mi rueda trasera tocó con una piedra y reventó, así que perdí
15 minutos poniendo una cámara. El resto ya lo hice con tranquilidad y
disfrutando de la mayor cantidad de pasos en piedra detrás de un chico con una
rígida con muy buenas maneras. La pérdida de tiempo con el incidente me deja
sin tiempo para hacer el remonte, en el que saqué mi única copa del día en
Strava. Si, subiendo… Llego justo para
dar un poco de aire a la rueda y subir a la rampa porque ya me tocaba empezar
el T3. Este T2 más tarde se tendría que anular al sufrir el equipo de crono un
problema fuera de su control.
El T3 era el tramo urbano, que el primer año no se hizo y me
ha parecido una pasada. Salimos y nos encontramos con un pequeño cortado que
había que saltar si o si, unos escalones que también se saltaban y un cortado
mucho más grande en el que yo optaba por la chiken line, pero porque me parecía
más bonito hacer las escaleras claro… No os lo creéis no? Normal. Seguidos unos
cuantos tramos de escaleras, rectas, en curva, suaves,
empinadas... nos adentramos en el casco urbano con estrechas calles entre casas
de piedra con gruesas puertas de madera. Cruzamos la Plaza Mayor donde hay
mucho público animando para hacer el tramo más duro con una subida corta que te
pone a 200 pulsaciones antes de bajar para acabar en la plaza en la que estaba
el arco de meta. Esta vez el remonte es más corto y nos sobra tiempo para hacer
unas fotos incluso.
La cuarta bajada que llamaría la organización “semi urbana”
era probablemente la más completa. Empezamos como en todos los tramos desde el
castillo, pero esta vez vamos siguiendo la línea de la muralla por el interior
al principio, en una parte urbana muy bonita y luego salimos a un sendero
increible en el que dan ganas de bajar el ritmo para disfrutarlo. Una vez que
abandonamos la ciudad y nos adentramos en el campo, empieza con tendencia a
bajar y cada vez se pone la cosa más llana teniendo que dar muchos pedales. De
hecho este tramo es el más largo de la prueba, pasando por sendero rápido, zona
técnica con roca y un largo tramo que sigue lo que parece un arroyo con 10cm de
agua durante unos cientos de metros. Sin duda se hace el tramo más duro
físicamente por su longitud, que a su vez nos lleva más tiempo en hacer la
subida de vuelta, aunque ya solo quedaría la bajada final.
El tramo final T5 es una repetición del tramo urbano, el
tercero. Esta vez bajo mucho mejor y consigo hacer unas escaleras en subida que
la primera vez no pude al entrar mal. Mi amigo Jesús llega poco después, Sergio
acaba contento pese a los dolores por el arrastrón del primer tramo y Jandro
Arroyo, el máquina del grupo acaba un
carrerón como siempre con un 12 en la general.
En definitiva puedo decir que he tenido un reestreno en
Enduro nada duro, acabamos de una pieza y satisfechos de ir mejorando poco a
poco, cogiendo confianza en esta disciplina tan bonita, en la que hay que
destacar el magnífico ambiente entre riders y un público entregado en todo el
recorrido. Además la organización nos tenía preparada una buena cacerola de
patatas guisadas con carne que entraron genial con el frío que hacía al acabar
la competición.
Nos vemos el 31 en la carrera de Hoyo de Manzanares del
Enduro Fun Festival! Si no os habéis inscrito todavía estáis a tiempo.
Pablo Olea Castillo
CLASIFICACIÓN FINAL
GENERAL:
1º Manuel Plaza
2º José Quesada
3º Jose Antonio Galapero
FÉMINAS:
1º Tamara Sánchez
2º Amparo Plaza
3º Estefanía Sanz
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